martes, 21 de junio de 2011

Charles Chaplin por una Democracia Real

El 15 de octubre de 1940 se estrenó en Nueva York "El gran dictador", la segunda pelicula sonora de Charles Chaplin, la primera hablada.

Esta película es un canto a la auténtica democracia, la paz y la libertad e igualdad de todos los seres humanos. El discurso final es una maravillosa apología de todos los valores por los que ahora mismo estamos luchando, los que ahora mismo está exigiendo el movimiento 15-M. Hace 71 años un maestro del cine dejó una obra cumbre y un discurso que hoy sigue siendo tan válido como entonces. Por desgracia, muchas de las peticiones que realizaba Chaplin hace tantos años, siguen sin concederse y nos vemos en las calles clamando por el respeto y la igualdad que desde siempre anhela el hombre. Al ver y oir este discurso, las ganas de un cambio se apoderan de tí, al igual que la esperanza y la alegría, el sueño del poder del pueblo sigue en nuestras mentes. Leed el discurso, observad el video y comprobad como cada una de esas palabras siguen siendo nuestra lucha de cada día.


"Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, no quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos unos a otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores, y el poder que le quitaron al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados.
No os rindáis a eso hombres que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo qué teneis que hacer, qué decir y qué sentir.
Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como a carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y corazones de máquinas.
Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos.
Soldados.
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios está dentro del hombre, no de un hombre, ni de en un grupo de hombres, sino de todos los hombres, en vosotros" Vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros el pueblo teneis el poder de hacer esta vida libre y hermosa, de convertirla en una maravillosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres trabajo, y de a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder, pero mintieron, no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados.
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos."

Hace 71 años.... pero cada palabra es igual de válida hoy, un motivo más para la indignación y para la esperanza.

El gran Chaplin realiza una perfecta y maravillosa sátira de los regímenes totalitarios, la expansión del fascismo en Europa y las figuras de Hitler y Mussolini. Lo hace sin ambigüedad y sin piedad, con contundencia, pese a que ello le granjeó problemas en EEUU, país que en ese momento se declaraba neutral y desaconsejaba las posturas antihitlerianas. La película se comenzó a rodar el 9 de septiembre de 1939, 9 días después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, entre presiones de la embajada alemana y de la propia productora United Artist. Sería prohibida fulminantemente en Alemania, Italia y todos los paises ocupados por estas dos potencias. En España permanecería prohibida hasta 1976. Por esta película y sus ideas, Chaplin sería perseguido por el Cómite de Actividades Antiestadounidenses, teniendo que exiliarse de EEUU.

La película muestra asombrosas coincidencias con los desarrollos históricos que tendrían lugar en un futuro cercano y tras conocerse los hechos ocurridos en los campos de concentración, Chaplin declaró que no se habría atrevido a realizar una comedia de haber conocido la existencia de tan extrema crueldad. Estudió a Hitler durante dos años y lo retrato como un hombre grotesco y siniestro, que se cree un dios y piensa que su palabra es la única válida. Lo presenta como un hombre egoista, inseguro, infantil, incapaz de tomar ningún tipo de decisión por sí mismo. No es el único miembro del reparto de la película inspirado en un personaje histórico, Mussolini, Goebbels, Göring o la cruz gamada también son caricaturizados en la pelicula.


La voz narradora en este tema de Nach también está inspirada por este discurso de "El gran dictador"

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